Mucho se habla sobre lo que se hace antes y después de hacer deporte, pero nunca hablamos de lo que olvidamos a hacer. Es esencial no solo hacer ejercicio, sino también cuidar las actividades al 100%, lo que incluye la previa y el post. Esto, porque es muy necesario para el organismo recuperarse del desgaste.
Y es precisamente en ese punto en el que se cometen los errores y los resultados se ven afectados, incluyendo figura y salud. Por lo mismo, los expertos advierten las equivocaciones más comunes.
No comer nada o comer demasiado
Después de hacer ejercicio es esencial consumir una dosis de alimentos ricos en proteínas, carbohidratos de fácil digestión y grasas saludables. Esto porque ayuda a que los tejidos se recuperen, se construya el músculo y se potencien los beneficios del ejercicio. De esta forma no solo recuperamos energía, sino también, tendremos la suficiente para continuar con la rutina deportiva al día siguiente. Un ejemplo, un bowl de avena con fruta, pan integral con palta y atún o una taza de yogurt con frutos secos.
La clave es evitar no comer nada después de hacer ejercicio o comer de más. Los alimentos que son un No de parte de los expertos son: barritas energéticas, cereal, yogurt con azúcar, galletas, papas fritas, comida rápida, etc.
No tomar agua suficiente
Según Healthline, rehidratarse después del ejercicio mejora la flexibilidad, desarrolla la fuerza y previene el dolor muscular. Ahora bien, la sugerencia es evitar bebidas con azúcares, estimulantes y alcohol, porque tienden a deshidratar y desequilibrar el cuerpo. Lo ideal es beber al menos 450 ml de agua natural o té luego del ejercicio.
Terminar sin estirar
Terminar la rutina y salir directamente a realizar otras actividades, sin dejar un tiempo de enfriamiento, es un grave error. Esto, porque puede generar dolor muscular, mareos, tensión, lesiones y poca movilidad. De ahí la importancia de elongar. Bastan 10 o 15 minutos.
No ducharte y quedarte con la ropa sudada
Mientras hacemos ejercicio liberamos toxinas. La piel y el cuero cabelludo sudan y la ropa, por ende, se moja y se ensucia. Si al finalizar el entrenamiento nos quedamos con esa ropa, creamos un ambiente ideal para las bacterias, el mal olor y problemas cutáneos como el acné. Por lo tanto, ducharse y cambiarse de ropa es prácticamente vital para tu cuerpo.
No darte el tiempo
Es muy importante que te tomes unos minutos para ti luego de entrenar. Sabemos que puede ser difícil porque en muchas ocasiones es parte de una rutina ajetreada del día a día, pero bastan 5 minutos para agradecerle el cuerpo por permitir moverte y relajar la mente.