Los especialistas aseguran que hay algo que se le pude destacar a este trastorno: lo fácil que es de identificarlo. Y enumeran, entre ellos:
Preocupación excesiva por los alimentos que se ingieren.
Dicen que los excesos, o extremos, nunca son buenos. Y si lo llevamos a la alimentación, en particular, la salud mental puede verse afectada, y de forma peligrosa.
La ortorexia es un trastorno de la conducta alimentaria y, aunque es más bien desconocida, consiste en la obsesión por la comida sana. Es decir, la persona vive pensando en el valor nutricional, calórico y energético de cada alimento. Además, exagera en su preocupación por consumir alimentos libres de componentes transgénicos, sustancias artificiales y pesticidas, entre otros.
Según los expertos, una persona puede desarrollar este trastorno por dos razones. La primera, la obsesión por el cuerpo ideal, lo que desencadena en una obsesión por perder peso. Y la segunda, si bien no es la preocupación por el peso, se enfoca en mantener una dieta totalmente orgánica. Esta última, la más común.
Y coinciden en que el problema del paciente ortoréxico, es que no sustituye aquellos alimentos que elimina de su dieta. Afectando su sistema inmune. Lo que puede traducirse en anemia y carencias vitamínicas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los especialistas aseguran que hay algo que se le pude destacar a este trastorno: lo fácil que es de identificarlo. Y enumeran, entre ellos:
Preocupación excesiva por los alimentos que se ingieren.
Eliminación absoluta de determinados alimentos en su dieta, (carnes, grasas, azúcar, harinas, etc).
Se crean castigos con dietas y ayunos rígidos, por infringir la dieta establecida.
Se invierten horas planificando y preparando las comidas.
¿Cómo prevenir los riesgos? (Según los expertos)
Lo primero que debes hacer es no restringir ningún alimento de tu dieta. Porque puedes consumir de todo tipo de alimentos, siempre y cuando sea con moderación. Un gustito de vez en cuando no hace daño.
Es fundamental seguir una dieta balanceada. Si tienes alguna duda, busca asesoría, ya que te dirán que tipos de alimentos y que cantidades son ideales para ti, dependido de tu edad, sexo y estatura.
Si sientes que es muy difícil no sentir culpa al comer, busca ayuda psicológica, ya que podrías tener un trastorno dismórfico corporal (obsesión por la perfección física). O bien, algún tipo de conducta obsesiva, que te impida disfrutar tanto de la vida como de tus alimentos.
Aunque la ortorexia comienza como un buen hábito, o uno saludable, puede convertirse en una obsesión, lo que podría desencadenar en peligrosas pérdidas de peso.