Es importante comprender que, a cualquier edad, todo nuestro cuerpo es un territorio erótico. Con el paso del tiempo podríamos llegar a creer que los cambios fisiológicos conllevan problemas en la sexualidad. Sin embargo, este pensamiento es quizás parte del conocimiento popular y una serie de mitos en torno a la vida sexual después de cierta edad.

Por lo mismo, los expertos derriban los los principales mitos que giran alrededor del sexo y el paso del tiempo:

-Las personas de edad no son deseables sexualmente

-Con el tiempo se pierde el deseo

-Se pierde la capacidad de tener una relación sexual

-Empeora la calidad de las relaciones sexuales

-Si no hay buena lubricación o erección, significa que no hay ganas

-La actividad sexual a cierta edad es riesgosa

-No es necesario cuidarse si no hay riesgo de embarazo

Estas creencias se basan en la idea de que el apogeo sexual está en la juventud. Sin embargo, en la práctica no es así necesariamente. Además, el paso del tiempo tiene sus ventajas: se gana experiencia, confianza, nos conocemos más a nosotros e idealmente nos tomamos las cosas con más calma y madurez. Junto a esto, tenemos más información, conocimiento y control de la sexualidad.

Con el paso del tiempo, todo se vuelve más lento, sí, pero mayor lentitud no implica menor satisfacción. Por lo general, vivimos el sexo muy pendientes de esta cuestión: el tiempo y la duración. Al que llega al orgasmo más rápido se le tilda de precoz y en tanto empezamos a demorarnos más en conseguirlo, sentimos desconcierto y ansiedad. Y ahí recae el desafío: acomodar nuestra mente a nuestro cuerpo y no al revés. 

Es cierto que con una mayor edad, puede disminuir la intensidad del orgasmo y aumentar el tiempo que demoremos en alcanzarlo. De ahí la importancia de lograr una buena excitación, y para esto es necesario una buena lubricación. En ocasiones podría haber sequedad vaginal, algo normal, sobre todo con el paso del tiempo. Es por esto que hay que destacar el uso de lubricantes para evitar las relaciones sexuales dolorosas, un problema que puede llegar a debilitar la libido y con esto, traer problemas en la relación sexual. Por lo que conseguir este plano, será beneficioso para ambas partes, ya que evitaría el dolor que puede causar una penetración y, por otro lado, aumentaría el placer en el acto de la penetración.

De la mano con la falta de lubricación, va la pérdida de erección que impacta al hombre, sobre todo en su autoestima. Puede notar menos rigidez, sostener la erección durante menos tiempo, presentar dificultades para penetrar o para colocarse el preservativo. Un problema que va a requerir una estimulación más directa. Ante esto, será fundamental que logre conectar la mente con algo que lo excite fuertemente para lograr la erección deseada. Por lo demás, existe una amplia variedad de tratamientos posibles que se pueden llevar adelante con el acompañamiento adecuado de los profesionales correspondientes. Lo importante es que ni la vergüenza ni los prejuicios nos limiten la posibilidad de hacer la consulta y encontrar alivio a los posibles síntomas.

En cuanto a dejar de lado la preocupación por un posible embarazo, no podemos dejar fuera la importancia de la existencia de enfermedades de transmisión sexual. Estas podrían ser un problema aún peor considerando los tratamientos que requieren. Así que a prevenir el contagio y dejar de lado los prejuicios que existen en relación a que a mayor edad, menor es la calidad sexual.