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No todas las personas cuentan con la genética de Irina Shayk, pero sí existen técnicas que pueden combinar a la perfección volumen, proyección y armonía.
Los russian lips fueron por mucho tiempo un retoque estético guardado en secreto. Sin embargo, su resultado lo llevó a convertirse una consulta médica estética repetida, y por ende, tremendamente recomendada por los expertos.
Esta técnica no es otra cosa que inyectables aplicados en los labios para mejorar su volumen y forma. Entonces, ¿cuál es la diferencia y el secreto del éxito? Su particularidad está en la zona y la capa en la que se aplican.
Otros tipos de relleno de labios dan como resultado un aspecto más artificial, o bien, demasiado exuberante. Y es que otro de los factores diferenciadores de los russian lips es que tienen en cuenta los rasgos de cada paciente. Solo así logran el equilibrio perfecto.
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Además, este tipo de relleno evita que aparezca el poco afamado efecto “boca de pato”, el que se produce por un exceso de producto. De ahí la importancia de saber qué producto necesita cada paciente. Esto, porque no todos los labios soportan los mismos ácidos hialurónicos, ya que existen diferentes densidades.
Según los expertos, el efecto que se produce con esta técnica es que el ácido hialurónico encuentra cómo repartirse, sin la necesidad de infiltraciones. Y al ser un retoque tan específico, el resultado es muy natural. Y, por lo mismo, se ha convertido en un tratamiento estrella.
Como comentamos anteriormente, la zona de aplicación del relleno es la clave de los russian lips. El ácido hialurónico debe ser inyectado a un nivel más profundo de la mucosa húmeda. Y solo así se evita el efecto ‘boca de pato’. Pero los expertos también destacan la técnica de quien realice la infiltración, ya que se aplica con una cánula y no con agujas. De esta forma el relleno entra de forma más uniforme.
