La muerte del duque de Edimburgo ha dejando un gran vacío en la vida de la reina Isabel II y la familia real. Y así como británicos, jefes de Estado europeos y todo el mundo han lamentado su fallecimiento, las tribus de Tanna, una pequeña isla del océano Pacífico Sur, lloran la partido de su “dios”.
Por más historia de película que parezca, es real. En dicho lugar llevan décadas rezando a Felipe de Edimburgo para que cuide de sus cosechas. Lo ven como una figura espiritual suprema y creen que usó sus “poderes” para que en 2009 un hombre negro fuese elegido presidente de Estados Unidos.
Hoy, los aldeanos de Tanna están de luto y realizarán ceremonias en honor al duque de Edimburgo, según ha informado la BBC. “Se exhibirá una gran cantidad de riqueza en términos de ñame y plantas de kava”, explicaron en el medio. Y agregan que se realizará, inclusive, ciertos sacrificios.
“La conexión entre la gente de la isla de Tanna y el pueblo inglés es muy fuerte. Estamos enviando mensajes de condolencia a la familia real y al pueblo de Inglaterra”, comentó el líder tribal jefe Yapa, según la agencia de noticias Reuters.
Si bien no se sabe específicamente cómo comentó el culto al Movimiento Príncipe Felipe, al parecer, los habitantes de las aldeas de Tanna ven en él a un mítico dios que, dice la leyenda, dejó la isla para casarse con una mujer poderosa en el extranjero, pero que un día regresaría. “Gobernando el Reino Unido con la ayuda de la reina, estaba tratando de llevar la paz y el respeto por la tradición a Inglaterra y otras partes del mundo. Cuando tuviera éxito podría regresar a Tanna, aunque algo que se lo impedía era, según ellos, la estupidez de los blancos, los celos, la codicia y la lucha perpetua”, explica a la BBC el antropólogo Kirk Huffman, que estudia la tribu desde 1970. Representaba para ellos “el viaje de un héroe, una persona que emprende una búsqueda y literalmente gana a la princesa y al reino“.
Según sus palabras, los aldeanos creen que es un “descendiente de un espíritu o dios muy poderoso que vive en una de sus montañas“. Y cree que quizás vieron una foto de Felipe junto a Isabel II en los puestos coloniales en Vanuatu cuando este país era colonia franco/británica.
A partir de ahí habría comenzado esta creencia, la cual fue reforzada por la visita oficial de la reina y su marido a Vanuatu en 1974. Ahora bien, el matrimonio no fue precisamente a Tanna, pero desde la BBC afirman que el duque de Edimburgo sí llegó a tener una relación con ellos, ya que les enviaba fotografías de él. En respuesta, ellos le enviaban al Palacio de Buckingham regalos, como el garrote ceremonial que le mandaron en 1978. Y como prueba de haberlo recibido, el príncipe Felipe les envió una foto usándolo. Y hoy la tribu guarda esas imágenes.
Más tarde, en 2007, varios integrantes de la tribu viajaron al Reino Unido y tuvieron un encuentro con la reina Isabel II. “Cuando haga calor, les mandaré un mensaje“, dicen que les contestó Felipe cuando le preguntaron si regresaría a Tanna para cumplir la profecía.
Ante la muerte de su deidad, la pregunta ahora es quién va a reemplazarlo y las respuestas apuntan al heredero al trono, el príncipe Carlos. Kirk Huffman explicó a la BBC, que esa es una posibilidad y que lo podrían ver como la reencarnación de su dios. Como también es posible que la profecía de su regreso se cumpla a través del alma de Felipe de Edimburgo. “Siempre ha existido la idea de que el príncipe Felipe regresará algún día, ya sea en persona o en forma espiritual”, aseguró Huffman al mismo medio.