“Si dijera que sí a todas las peticiones de entrevistas, no me quedaría tiempo para escribir”, comenta hoy la joven poeta de 23 años, que el pasado 20 de enero dio un estremecedor discurso en frente de todo un país y a la vista de la mirada de todo el mundo.
Las palabras de la joven mujer negra, que en ese momento llevaba el cabello recogido con una diadema roja de Prada, y un abrigo de color amarillo, no dejaron a nadie indiferente. Y es que The Hill We Climb (La colina que ascendemos), su poema creado para el acontecimiento, fue un grito alzado sobre los escombros del asalto al Capitolio y por otro lado, los versos de Hojas de hierba, de Walt Whitman, cargaron de esperanza a un país que pretende dejar de lado una polémica presidencia.
Según Amanda, el asalto al Capitolio, ocurrido días antes de la investidura de Joe Biden, “agregó un nivel de urgencia al proceso (de escritura). La insurrección de supremacistas blancos aumentó e hizo más sólida la razón por la cual La colina que ascendemos necesitaba ser creado; como una forma de recordarnos nuestros valores compartidos de esperanza, compasión, justicia y democracia”.
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“Sin duda y definitivamente ha contribuido a mi reconocimiento. Contaba ya con una plataforma de seguidores, pero era una desconocida. Espero que mis palabras sean recordadas, pero jamás soñé que yo, como persona, me convirtiera en una figura de interés a nivel global. Eso ha implicado una readaptación por mi parte, pero no lo lamento en absoluto. Estoy muy agradecida porque mis palabras animan, emocionan y ayudan a mucha gente”, comentó luego de haberse subido al podio a recitar sus potentes palabras, las que hoy la tienen renunciando a la necesaria soledad que su arte requiere, debido a la estrella mediática en que se ha convertido de golpe y de que todo el mundo quiere saber.
“Lo que mayor desequilibrio provoca ahora en mi creación es la inagotable cantidad de peticiones que me llegan de todas partes del mundo. Si dijera que sí a todo, supondría que no me quedaría tiempo para escribir”.
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Pero, ¿Qué sabemos de Amanda Gorman?
Podemos decir que una de sus mayores inspiraciones, más allá de Michelle Obama y Oprah Winfrey, está Joan Wicks, su madre, quien era profesora de literatura en un instituto de Los Ángeles y se encargó de que Amanda y Gabrielle, su hermana gemela, se centraran en el poder de la palabra, alejadas de la televisión, y es así como inscribió a ambas en un taller de literatura. “Esa decisión de mi madre de apagar el aparato trajo como consecuencia que nosotras dos no nos convirtiéramos en consumidoras de contenido, sino en creadoras del mismo. Que inventáramos nuestras propias historias”.
Estudió sociología en Harvard, pero la literatura no la abandonó nunca, y a los 19 años, en 2017, ganó el premio nacional a una poeta joven y su obra comenzó a relucir. Gorman podía convertirse en esa genuina representante de la generación Z que reclama contra el choque racial y la desigualdad, que reivindicaba el esclavismo desde una posición feminista, y además se preocupa por el medio ambiente, entr otros temas hoy relevantes. Algo así como una versión norteamericana y más sofisticada de Greta Thunberg en verso.
“Tan valientes como para convertirnos en tales”, escribió en su poema. Agregando que “Creo que si mi generación es más valiente se debe solo a que nos aupamos sobre la espalda de los gigantes. Mi oportunidad de recitar en la toma de posesión fue posible por quienes generaron un cambio antes de mí: Maya Angelou, Elizabeth Alexander, Phillis Wheatley, personas así. Me muestro confiada después de eones de mujeres que se han sentido aterradas. Espero que la siguiente generación sea más brava y fiera que la mía”.