A tan sólo un año del lanzamiento de su disco Changes y a pocos días de haber celebrado su cumpleaños número 27, Justin Bieber publicó Justice, su sexto álbum de estudio.
La edad de 27 años, en el mundo rockstar, ha estado marcada de polémicas, ya que con 27 años murieron iconos como Kurt Cobain, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin y Amy Winehouse. Y sin querer que Justin caiga en esta “cifra”, no podemos dejar de lado sus problemas personales que han intentado marcar su carrera. Ya que tanto amado como odiado, el cantante canadiense es una de las mayores estrellas de la última década, pero sus desprecios a la prensa e incluso a sus fans, agresiones, detenciones y un sinfín de episodios polémicos, han forjado una imagen de chico inestable, encaminado a un destino trágico.
Sin embargo, Justin decidió luchar por su carrera artística y además, por fin, obtener la tan necesaria estabilidad emocional.
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Su matrimonio con Hailey Baldwin ha sido crucial en este camino, y desde que se casaron en 2019, el cantante ha declarado que es mejor persona “cada día”. Por otro lado, su profunda fe cristiana, que también comparte su esposa, ha sido fundamental para encontrar su paz, luego de tanto escándalo, eso ha querido reflejar en Justice, disco con el que pretende entregar “confort para que las personas se sientan menos solas”, en una época en la que “nuestro planeta sufre y la humanidad necesita sanación y justicia”.
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Justin se ha mostrado muy contento en sus redes sociales por la acogida que ha tenido el disco en sus primeros días, con los que asegura sentirse más unido que nunca de sus fans. Un proceso de reencuentro que comenzó en 2020 con el documental Seasons, que grabó después de años de “miradas en menos” hacia los beliebers.
Criado por su madre, que tenía problemas de adicciones y depresión, en el documental reconoció que él también había abusado de las drogas con tan sólo 13 años, y que, como su progenitora, luchó contra la depresión y la ansiedad, y que además tuvo que enfrentarse a pensamientos suicidas: “Era joven, como el resto de personas del mundo que la experimentan, pero yo lo hice ante las cámaras y tuve una exposición diferente”, explicó.
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El documental fue el paso definitivo hacia el nuevo Justin Bieber, etapa en la que Baldwin está muy presente. Hoy se muestran más felices que nunca, y el intérprete de Baby comenta que ve su matrimonio como “un desafío, un proceso emocionante”, en el que combinan sus vidas y las mezclan.
Una concepción tradicional del matrimonio en base a sus convicciones religiosas, que contrasta con la imagen de chico rebelde que siempre ha proyectado: “Prometo liderar nuestra familia con honor e integridad y dejar que Jesús a través de su Espíritu Santo nos guíe en cada cosa que hagamos y cada decisión que tomemos. El que encuentre una buena esposa encontrará el bien y obtendrá el favor del Señor”, escribió tiempo antes de casarse.
La pandemia del coronavirus, no ha sido impedimento para que Justin continúe con su música, sino que le ha servido para aprovechar para sacar su nuevo disco y con eso estar de vuelta al trabajo y deseando salir de gira para reencontrarse con sus seguidores, a quienes tanto les debe y poco les ha agradecido en ocasiones.
