Prácticamente todos los elementos que nos rodean pueden reciclarse o reutilizarse, así que el reciclaje debe comenzar en nuestro propio hogar. De hecho, reciclar es un reto de todos, y adquirir nuevos hábitos nos ayuda a conseguir mayor calidad de vida y un planeta más sostenible.
El primer paso para reciclar en casa es disponer de recipientes independientes para cada tipo de residuo. Esta sencilla acción facilita mucho la clasificación, aunque requiere disponer de un espacio para poner un cubo con separadores diferentes.
Ya realizando el paso anterior, debes localizar la zona de contenedores más cercana a tu casa y ahí debes depositar en sus respectivos cubos los envases de plástico, latas, papeles, cartones y el vidrios.
Además hay contenedores para los residuos orgánicos y para aquellos materiales con mezcla de residuos orgánicos como pañales, algodones, etc.
La información sobre reciclaje disponible en etiquetas y envases plásticos es muy útil. Nos indican efectivamente cuál es apto para reciclar, además en qué contenedor debemos depositarlo.
Los residuos especiales como aparatos electrónicos o muebles, se depositan en los puntos limpios. Las pilas y el aceite de cocina también tienen sus contenedores específicos. Lo mismo ocurre con los medicamentos, que no puedes tirar a la basura por su toxicidad.
Dentro de este tópico, uno de los problemas habituales al reciclar en casa, es qué hacer con el aceite usado. Este residuo debe depositarse en un contenedor especial y nunca tirarse por el inodoro o por la rendija de la cocina.
Un consejo para reciclar este aceite es almacenarlos en botes de vidrio que, una vez llenos, puedes llevar a un punto limpio.
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Otro consejo básico es limpiar los envases de comida como latas o botellas antes de llevarlos al contenedor.
En el caso de las botellas de aceite o los envases de productos cosméticos y de limpieza, no deben enjuagarse antes de su reciclaje para evitar vertidos químicos o tóxicos en el agua.
Reciclar supone acumular envases temporalmente. Un truco para optimizar nuestros espacios de almacenaje es aplastar las botellas de plástico, o meter las latas de metal unas dentro de otras, según su tamaño, para reducir el riesgo de cortes.
Para que el reciclaje en casa sea efectivo, todos los miembros de la familia, incluso los más pequeños, deben ser partícipes activos. Deben ser conscientes del reciclaje y adoptar estos hábitos como parte de su rutina.
Este punto es muy importante, porque no se trata únicamente de clasificar los residuos del hogar y llevarlos a su contenedor, sino también de adoptar hábitos para reutilizar materiales y fomentar el consumo responsable.
Un ejemplo es llevar nuestras propias bolsas de tela para ir al supermercado. O usar botellas de vidrio para conservar las pastas, especias, cereales o legumbres.
Reciclar en casa de manera correcta es una tarea rutinaria básica que merece la pena y contribuye a tener una mayor calidad de vida y un planeta más sostenible.
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