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En este momento, el cambio climático es un tema de suma urgencia para el planeta. Y durante los últimos años ha quedado en evidencia que los microplásticos traen consecuencias desastrosas para el medio ambiente y la salud.
Así, es imperativo que cambiemos gradualmente nuestros hábitos para pasar a un estilo de vida más sano. ¿Pero cómo lo hacemos? Reduciendo nuestro consumo de plástico, para evitar la contaminación del planeta y de nuestro cuerpo.
La fundación australiana Plastic Free July enumera, en su página web y en su cuenta de Instagram, ideas para eliminar el plástico de tu vida diaria, desde tu casa hasta tu lugar de trabajo. Te compartimos nuestros favoritos.
Cambia las bolsitas de té por una bola de té metálica
En Chile somos muy fanáticos del té. Y lo que no sabemos es que muchas bolsitas de té traen plástico. Lo que propone la fundación es comprar té o infusiones sueltas y contar con un recipiente apto para su consumo.
Olvídate de los globos y otros adornos de plástico
Si eres de las que cada vez que llega tu cumpleaños, el de tus hijos, familia o amigos en general le encanta ir a comprar decoración, este año piénsalo dos veces. Es sabido que mucho de lo que utilizamos termina en la basura.
Por eso, Plastic Free July asegura que es mucho mejor comenzar a considerar otras opciones, como tomarte el tiempo de hacerlo tu misma con materiales reciclados o incluso arrendarlo, algo que cada vez es más popular.
Comprar a granel
Comprar tus comidas como arroz, frutos secos o pastas a granel no solo te obligará a tener una despensa mucho más organizada con recipientes para cada alimento, sino que además evitas desperdiciar la gran cantidad de plástico que conlleva comprar en el supermercado.
Cubre tu comida con un plato
Comida siempre sobra, es un hecho. Y muchas veces, acostumbramos a tapar los platos con una capa de plástico mega envuelto y guardarlo en el refrigerador. Para la próxima considera taparla simplemente con un plato volteado, o usar tupperwares.
Llevar ropa de materiales naturales
Por último, despídete de los materiales como el poliéster, el nailon o el acrílico, que liberan microplásticos con cada lavado. Y dile hola al lino o cáñamo que además son mucho más amigables con tu piel, y te acompañarán durante años.
