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Es un hecho confirmado que todo lo que comemos influye en nuestro entrenamiento para bien o para mal. Y estos 5 alimentos deberías evitarlos antes de hacer ejercicio.
Si alguna día, por falta de tiempo o no tener lo que necesitabas, te comiste lo primero que pillaste puede que haya aprendido la lección: cualquier alimentos antes de entrenar puede afectar tu rendimiento y no siempre para bien.
Si tomamos como base que los alimentos afectan a tu cuerpo en todas sus formas, imagínate al estar en movimiento. Y los expertos coinciden en que así como algunos ayudan, otros hacen lo contrario. Claro que tu cuerpo es capaz de aguantar el ejercicio aún cuando te hayas comido un puñado de palomitas de maíz, pero la pregunta es: ¿a qué precio?
Para los expertos algunos alimentos pueden provocar malestar estomacal o somnolencia, mientras que otros te hacen sentir fuerte y con energía. Sin embargo, eso no significa que se trata de alimentos “malos”, solo que no debes consumirlos antes de hacer ejercicio.
Si creías que un batido de proteínas te ayudaría a que el músculo crezca y se recupere más rápido, lo cierto es que la proteína es prácticamente el último nutriente que tu cuerpo necesita antes de hacer ejercicio.
Lo que realmente necesitas antes de entrenar son carbohidratos, idealmente a pocas horas de tu entrenamiento, ya que te dan rápidamente la energía que necesitas para llevar a cabo tu rutina. Las proteínas, en cambio, ralentizan la digestión e interfieren en la de los hidratos de carbono. Por lo mismo es mejor tomarlos después del entrenamiento, ya que ahí sí cumplen su función.
Cuando haces ejercicio, quieres que la sangre fluya libremente por todo el cuerpo. La sangre da energía a los músculos para que puedas realizar lo que le estás solicitando.
Sin embargo, los alimentos fritos son difíciles de digerir, por lo que la sangre se dirige al estómago para contribuir a sus funciones y no a músculos, corazón, cerebro y pulmones como quisiéramos. Esto reduce la cantidad de sangre que llega a tus brazos y piernas. Los expertos lo explican como poner bencina de mala calidad a tu auto. Y, como tu cuerpo está trabajando duro para digerir esos alimentos, puede que te sientas aletargado o que no consigas hacer tantas repeticiones como siempre.
Los frutos secos y las paltas son ricos en grasas monoinsaturadas y si bien son beneficiosos para la salud, no son tan útiles para tu clase cardio.
Los snacks grasosn tarda en digerirse y, al igual que los alimentos fritos, pueden alterar el flujo sanguíneo del cuerpo. Y si todavía están en el estómago cuando haces ejercicio, pueden provocarte náuseas o ardor de estómago o incluso hinchazón. No es que arruinen tu entrenamiento, pero pueden hacerte sentir pesado y lento.
Comer más fibra contribuye a la salud intestinal, previene el colesterol y los niveles de azúcar en sangre. Pero, por esa misma razón, puede que tengas que ir al baño en medio de tu sesión.
El cuerpo no puede absorber ni digerir la fibra, por lo que esta simplemente pasa a través del intestino. Si a esto le agregamos ejercicio, hará que los músculos del intestino se contraigan, de ahí los retorcijones.
Además, si los cereales no se acompaña con líquidos suficientes, puede provocar retención de líquidos. De ahí que los atletas profesionales están entrenados para evitar por completo la fibra el día antes y la mañana de un partido o carrera. Por eso optan por pasta o arroz blancos.
Los lácteos contienen proteínas y grasas que pueden agitar el sistema gastrointestinal. Lo más común es sentir una tonelada de ladrillos en el estómago o peor aún, ganas de vomitar.
En general, lo mejor que se puede comer poco antes de hacer ejercicio son los carbohidratos simples. Son lo más fácil de digerir y, a diferencia de las proteínas, te dan energía instantánea.
Ahora, esto también dependerá de cada persona y de aquello a lo que esté acostumbrado. Pero puedes considerar estas recomendaciones como directrices generales, ya que la forma de comer antes de un entrenamiento es muy individualizada. Solo recuerda, “nada nuevo en el gran día”.
