Evidentemente en el mundo quedan lugares inexplorados, pero cuesta imaginar que hayan lugares explorados e increíbles que quizás nunca hemos visto en Instagram. En la práctica, sí hay ciertos destinos que permanecen cerrados al público. ¿Las razones? Variadas. Desde seguridad, a temas legales e incluso científicas.
A continuación revelamos cuatros lugares donde poner un pie como turista está prohibido.
Una bóveda escondida del mundo
Así como hay un Banco Mundial de finanzas, la isla remota llamada Spitsbergen, en el archipiélago ártico de Svalbard de Noruega, guarda el depósito de semillas más grande del mundo, inaugurado en 2008.
A unos 1.300 km del Polo Norte y a 130 metros sobre el nivel del mar, el espeso permafrost (capa de hielo permanente congelada que rodea la bóveda) es ideal para preservar las semillas. Además, es una zona que carece de actividad sísmica.
La bóveda del Banco Mundial de Semillas tiene un largo de 120 metros y está protegida de tal manera que las semillas puedan sobrevivir por miles de años. Ahora bien, el aumento de la temperatura del planeta enciende las alarmas entre los científicos debido al deshielo.
El pasado 2020 fue el verano más cálido en Svalbard según los registros. Y el Instituto Polar Noruego ha informado a la BBC que evidenciaron un derretimiento de glaciares y deshielo del permafrost nunca antes visto.
Este búnker ha ido aumentado su importancia debido a que ante un desastre mundial, es una reserva de cultivos que garantiza la restauración de especies. Si bien cada país guarda sus propias semillas vitales, el Banco Mundial de Semillas de Svalbard es como una garantía global.
Una isla salvaje… y venenosa
Ilha da Queimada Grande o Ilha das Cobras (isla de las cobras), es una pequeña isla rocosa y sin playas ubicada a 35 km de la costa de São Paulo en Brasil. Fue descubierta en 1532, es de difícil acceso y sus habitantes exclusivos son en su mayoría serpientes. Según estiman los expertos, hablamos de entre una y cinco serpientes por cada metro cuadrado de la isla.
Es más, se trata de la segunda concentración de serpientes por área en el mundo, equivaliendo a una cancha de fútbol. Una cifra que solo supera la isla china de Shedao.
Eso sí, esta isla brasileña cuenta con una especial muy venenosa endémica de la isla, lacabeza de lanza dorada(Bothrops insularis). La cual resulta tan mortal que con solo una mordida puede evitar que las aves de las que se alimentan no puedan volver a volar.
Los científicos explican a BBC Brasil que “Como la fauna de la isla es muy escasa, sin roedores ni otros mamíferos (a excepción de los murciélagos), los adultos de la especie se alimentan de aves migratorias (las aves residentes no son depredadas)”, dijo el investigador y especialista en animales venenosos Vidal Haddad Júnior, de la Facultad de Medicina de Botucatu.
Debido al precedente de la isla, pisar dicho territorio está prohibido por el gobierno brasileño como medida de precaución. La única excepción son los investigadores, que deben seguir estrictos protocolos.
Lascaux: la cueva de arte
Esta cueva ubicada al sur de Francia fue descubierta por unos adolescentes que buscaban su perro desaparecido en 1940. Una cueva cubierta de pinturas murales que retratan animales.
Su antigüedad se estima de unos 17.000 años, y es uno de los ejemplos de arte prehistórico descubiertos mejor conservados, con alrededor de 600 pinturas y 1.000 grabados.
Cuando se hizo el descubrimiento, la Segunda Guerra Mundial ardía. Y ocho años más tarde, la cueva de Lascaux se abrió al público. Sin embargo, en 1963 se suspendieron las visitas. Los encargados notaron que había brotado moho en las paredes, lo que amenazaba la preservación de la obra de arte que se había mantenido debido al hermetismo previo a su descubrimiento.
Actualmente la cueva todavía está en gran parte fuera del alcance del público, pero se construyó una réplica muy cerca para que puedan visitarla los turistas.
El ombligo del mundo
Uluru, antes conocida como Ayers Rock, fue una atracción turística australiana por años, pero se ha sumado recientemente a la lista de lugares cerrados al público.
El también llamado “ombligo del mundo”, es uno de los monolitos más grandes del planeta. Y antes se podía incluso ascender hasta la cumbre. Algo que las altas temperaturas en verano, de alrededor de 47 grados centígrados, lo hacían un panorama bastante extremo.
Uluru es considerado sagrado por aborígenes indígenas anangu, quienes custodian la roca y pedían que los turistas no la subieran. Y ese deseo fue respaldado por la junta del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta en 2017, la cual decidió impedir que la gente pusiera el pie en Uluru. El 25 de octubre de 2019 fue el último día en que se permitió a las personas escalar la roca y se formaron largas colas de turistas.
En la cultura anangu, Uluru es la evidencia de que los seres celestiales llegaron a la Tierra. Si bien los visitantes aún pueden visitar el Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, roca sagrada solo se puede observar.