Cultura Pop

¿Por qué Sex and the City sigue concitando interés veinte años después?

¿Por qué Sex and the City sigue concitando interés veinte años después?
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¿Por qué Sex and the City sigue concitando interés veinte años después?

POR Carlos Loyola Lobo | 03 noviembre 2021

Que si Carrie Bradshaw lleva o no puesto un vestido low cost. Que qué debería ponerse Carrie Bradshaw a los 50 años. Que lo que usa ya se lo hemos visto. Durante los últimos meses, las imágenes que han inundado la web sobre el rodaje de And just like that, la secuela de Sex and the City que HBO Max estrenará el próximo mes de diciembre, ha inundado la web de clics. Dos décadas después de esta serie que pretendía seguir a cuatro amigas solteras en una Nueva York donde aun existían las Torres Gemelas, aun continúa manteniendo toda la atención. Hay altas expectativas acerca de esta continuación donde ya se han anunciado 10 nuevos episodios de media hora cada uno, con la mayor parte del elenco original en pie, con la notoria y sentida ausencia de Kim Cattrall, que daba vida a la desenfadada Samantha Jones. Después de seis temporadas y dos películas (cuya segunda entrega dejó bastante que desear), la serie prometida pretende contar las andanzas de estas neoyorkinas exitosas y que ahora navegan los cincuentas. El rodaje terminó, pero el interés por las fotos que se han filtrado en internet, solo han venido a comprobar que el poder de Carrie sigue siendo imbatible.

Había dudas más que razonables. La columnista que se paseaba por Manhattan sobre los Manolo Blahnik con tacos de 8 cms de alto, estaba llena de contradicciones en los años 90, cuando comenzó sus aventuras en la pequeña pantalla. Pero esas paradojas ahora son más evidentes y han hecho que muchos crean que la historia de estas cuatro mujeres blancas que viven en ambientes privilegiados, a la luz de los tiempos, pueda ser una apuesta agotada. Así lo expresaba hace unas semanas en el Financial Times, la crítica de moda Jo Ellison: “Es un drama que ya cumple casi 25 años acerca de cuatro mujeres blancas privilegiadas, concebidas a la sombra de las Torres Gemelas en un momento en el que el deseo se expresaba, casi exclusivamente, en impulsos heterosexuales de lujuria medio sometida”.

Lo último que supimos sobre la vida de estas cuatro amigas data de 2010, cuando llegó a las salas de cine la segunda película, con las protagonistas viviendo sus aventuras en el desierto del Medio Oriente. Una historia que daba claras señales de agotamiento, donde el encanto y el humor no sorprendía a nadie y donde a varios, su protagonista, Carrie Bradshaw, nos dejó sicológicamente agotados. Han pasado 11 años en los que el mundo ha reescrito el guion de cómo se arma la vida en aspectos centrales como el género, la igualdad, la raza o la clase. La democratización de las redes sociales y el auge de movimientos como el #Metoo o el Black Lives Matter han transformado completamente el panorama. Y aún así la vida de la vieja Carrie sigue cautivando. Entre el morbo y el pudor, no se puede dejar de mirar. “He visto siempre la serie con condescendencia y gran afecto: la tentadora mezcla de moda, amistad femenina y transparencia emocional es un elixir que todavía tiene el poder de seducir”, añade la crítica de moda del Financial Times, Jo Ellison.

“Creo que Sex and the City es una serie que trascendió la ficción”, observa la periodista especialista en televisión, Natalia Marcos. “Televisivamente, fue revolucionaria, ayudó a situar en el mapa a HBO y fue pionera en muchos sentidos, rompiendo tabúes y empezando a acostumbrarnos a otro tipo de series. Pero su influencia no se quedó en la televisión, saltó a otros aspectos como la moda. Esa suerte de telenovela fuera de cámara con las supuestas rivalidades entre actrices también ayudó a alimentar la expectativa. La serie fue un hito televisivo y sus personajes se convirtieron en íconos que todavía permanecen vivos en la cultura popular”.

Fetiches como esos Manolos, algunos imposibles de usar, pero que Carrie hacía todo porque le calzaran, porque lo último que le importa a la columnista es que sus zapatos sean “útiles”, en eso estamos claros. O tantas prendas que desfilaron durante las seis temporadas, que además de llevarlas a la fama significaron volúmenes de venta considerables. El vestido con estampado de hojas de un diario de Galliano, la cadena al cuello con la piocha con el nombre de Carrie, o la llamada “baguette” de Fendi, un accesorio bautizado como el primer “it” bag. Sin ir más lejos, las ventas de ese modelito crecieron en un 45% después de que Sarah Jessica Parker apareciera con él en el rodaje durante el pasado mes de julio.

La moda fue crucial y la quinta gran protagonista de la serie y a su vez, la serie fue crucial para la moda inaugurando una fructífera relación que hoy se mantiene más estable que nunca. Quizá esto explique la angustia de los fanáticos al enterarse que la estilista original de Sex and the City, Patricia Field, no sería parte de esta secuela. Según contó ella misma en Women Wear Daily. “La razón fue un conflicto temporal”, porque la profesional se encontraba en París trabajando en la segunda temporada de Emily en París. Sin embargo a  Carrie le vestirá una ayudante de Field: “Les dije que llamaran a mi muy querida amiga Molly Rogers, que trabajaba conmigo en la tienda. Ella hizo Sex and the City conmigo, sabe lo que está haciendo”.

El recuerdo de haber sido una serie revolucionaria para la moda ayudan a explicar este renacido furor. Pero el principal argumento es el nostálgico. El revival noventero que parece haberse tomado todos los espacios y que la televisión lo está aprovechando muy bien. No es la primera ni la última vez que pasará. Pasó con los X Files, con Gilmore Girls, con el reencuentro de Friends y ahora con el anunciado retorno de Dexter. Fueron series que supieron marcar una época y crear con su público una relación especial de mucha fidelidad.


La nostalgia es uno de los argumentos de ventas más potentes de los últimos tiempos. Y sirve tanto para un perfume como un producto televisivo. En un mundo cada vez más incierto, el pasado reconforta. Según la compañía mundial líder en tendencias, WGSN, “el uso de la nostalgia como estrategia de marketing aumenta rápidamente. Ofrece consuelo en la pandemia y es alimentada en las redes sociales”. Según la prestigiosa agencia consultora, en el pasado mes de junio las publicaciones sobre algún tema nostálgico crecieron un 18%, respecto al año anterior.

No cabe duda de que el regreso de Carrie, Miranda y Charlotte está muy bien orquestado. Internet abre los brazos y la estrategia resulta exitosa: no hay día en que no aparezcan nuevas imágenes que supuestamente se filtran del rodaje solo para hacer cundir las expectativas de los seguidores. Solo queda por relevarse el día exacto del estreno durante diciembre y ver si se cumplen todas las promesas de estas tres mujeres ícono de la Gran Manzana.

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