Aunque la actriz tiene una habilidad especial para interpretar a mujeres estoicas y férreas, cuentan sus compañeros de elenco que Rebecca es de humor seco, que habla a la velocidad de la luz y que siempre tiene una manera divertida de terminar sus frases. Una carrera persistente y ascendente que además de Dune y de ser la compañera impenitente de Tom Cruise en las últimas entregas de Misión Imposible, cuentan un secundario en Florence Foster Jenkins junto a Meryl Streep y Hugh Grant; o compartir protagonismo con Emily Blunt en el thriller La chica del tren, siguió el filme de ciencia ficción Life donde se lució flanqueada de Ryan Reynolds y Jake Gyllenhaal; e incluso saboreó la derrota en la fallida The snowman con Michael Fassbender y con el último revival de la saga Hombres de Negro durante 2019; además ha compartido pantalla en dos ocasiones con el multifacético Hugh Jackman: tanto en The greatest showman como en la reciente producción de HBO Max, Reminiscencia. Pero antes, fue la dupla protagónica de la irregular continuación de la mítica El resplandor, junto a Ewan Mc Gregor en Doctor Sueño. Pero en todo ese generoso listado nunca se había lucido tanto como en el protagónico de Dune. La película gira en torno a la relación madre-hijo, y es por esto que Lady Jessica -el personaje de Rebecca- acompañará y empujará física y emocionalmente a su hijo Paul Atreides, interpretado por Timotheé Chalamet, en su viaje para convertirse en el elegido.
Nacida en Suecia de madre inglesa expatriada y padre sueco, consiguió su primer papel como actriz a los 16 años, cuando se unió al elenco de Nya Tider, una telenovela sueca. Mientras esperaba proyectos, intercalaba sus trabajos dramáticos empleándose de niñera o dentro de jardines infantiles. Pero no fue hasta 2013, cuando protagonizó la miniserie The White Queen para la BBC y que sumó elogiosas críticas y la llevó a trasladarse a Los Ángeles a la ceremonia de los Globos de Oro que los honró con nominaciones. Ahí fue que llamó la atención de Tom Cruise, que la llamó por teléfono tiempo después, mientras Rebecca montaba un camello mientras filmaba en Marruecos la miniserie The red tent. La estrella de Top Gun le ofreció el papel de Ilsa Faust, una agente del MI6 que trabaja encubierta para el grupo internacional “The Syndicate”. De paso, su personaje se transforma en el objeto de afecto del propio Cruise, que como su personaje Ethan Hunt es la estrella principal de la saga Misión imposible. Y lo cierto es que las persecuciones, las caídas libres y las escenas de alto riesgo no la quieren soltar, porque actualmente Rebecca se mantuvo estable en el elenco, protagonizando la séptima parte aún inédita y actualmente filmando la octava de la saga. “Nunca pensé que podría hacer las cosas que hice en Misión imposible, dice Ferguson. “Me aterrorizan las alturas pero hay una escena en la que hice una caída libre y tuve que hacerlo diez veces. Entrené mucho para llegar al punto en el que podía bajar de un puente de metal sobre un desnivel”.
Le gusta situarse en los lugares de rodaje y comprender el entorno que ocupará. Y así lo hizo filmando Dune, cuyo exitoso fin de semana debut hacen prever que la cinta tendrá su esperada secuela. Rebecca se hizo íntima amiga del director Denis Villenueve, “hablo con él una vez a la semana. Estoy tratando de manipularlo para que me dé escenas importantes para la próxima”. La primera escena que filmó en esta entrega la hizo con la icónica Charlotte Rampling. Trabajar con la actriz francesa puso la vara alta en la película, “es genial para un actor estar tan cómoda en su presencia. No había ego ni mezquindad, solo había respeto. Tengo su número de teléfono, por cierto”, bromea.
Ferguson vive con su esposo, Rory y una hija pequeña que tienen juntos. Además de su hijo adolescente fruto de una relación anterior. Juntos viven en una casa antigua actualmente en remodelación. Cuidan meticulosamente su privacidad, no se puede ver ni la casa ni su jardín desde la calle. A Rebecca le encanta remar y hacer paddle surf. Está leyendo a Joan Didion y dice estar un poco enamorada de ella. Ferguson siente atracción por la gente introvertida, es una forma de ser que le resulta extraña. “Soy una persona con los pies bien puestos en la tierra, soy franca, hablo rápido y a la gente le encanta porque los hace sentir cómodo, pero creo que ellos mismos me han permitido desarrollar esa personalidad. Es difícil cargar con las expectativas de los demás”, confiesa en entrevista con la New York Magazine.