Aunque años atrás el skincare era solo cosa de algunos, actualmente son muy pocas las personas que no cuentan con una rutina de belleza. Mañana y noche como si de un ritual sagrado se tratara, escuchando los tips de las influencers e intentando seguir paso a paso las rutinas de nuestras celebridades favoritas.

Pero así como hay muchas cosas que podemos hacer para prevenir el envejecimiento de nuestra piel, hay otros hábitos negativos que estamos haciendo sin siquiera darnos cuenta, y que podrían estar entorpeciendo todo el proceso de cuidado facial.

Las toallitas desmaquillantes

Aunque es una vía fácil para quitar el maquillaje esos días en que no hay ánimo ni tiempo para hacerlo de manera correcta, las toallitas desmaquillantes tienen que ser totalmente exiliadas de tu rutina. Esto se debe a que en realidad no ayudan a quitar el maquillaje de manera efectiva, sino que lo arrastran junto a la suciedad que se acumula en tu piel durante el día.

Además, depositan ingredientes abrasivos y alcoholes secantes que destruyen la barrera de la piel y arruina el pH. Lo que da como resultado una piel deshidratada, seca e irritada. Y no solo eso, debido al material con el que están hechas, son pésimas para el medio ambiente y tardan años en degradarse. Lo mejor que puedes hacer es optar por hacer una doble limpieza con jabones líquidos o en barra, que son mucho más suaves y eficaces.

Saltarte la crema hidratante

Aunque es uno de los pasos principales, muchas veces nos limitamos a creer que nuestra piel está lista solo con sérum o aceites, y aunque la crema de contorno de ojos es opcional, la de rostro no. Esto se debe a que la piel necesita una capa protectora que ayude a preservar los niveles de hidratación y humectación.

Una piel deshidratada es sinónimo de líneas finas, arrugas y marcas mucho más pronunciadas, lo que da a la cara una apariencia mucho más envejecida.

No usar protector solar

Lo dijo JLo y lo hemos escuchado hasta el cansancio, pero no por eso dejaremos de insistir. Sobre todo cuando sabemos que la exposición al sol es culpable del 90% del envejecimiento prematuro. Además de eso, no usar protección UV puede provocar manchas e hiperpigmentación, y a la larga: cáncer de piel.

Lo ideal para el rostro es utilizar bloqueador con FPS 50, añadirla al final de tu rutina y continuar aplicándola durante la jornada, incluso en esos días donde solo estarás en tu casa, pues las luces azules y led también generan daños en la piel.

Usar maquillaje en polvo con acabado mate en exceso

Hace algunos años el maquillaje mate estuvo muy de moda, pero menos mal eso se acabó. Y si aún no estabas convencida de dejar esta tendencia de beauty, sigue leyendo y te ayudamos con eso.

Los acabados mate y polvosos envejecen visualmente la piel. Esto se debe a que generalmente el ser humano relaciona la juventud con la piel más brillante, rellenita y luminosa, todo lo contrario a lo que generan estos polvos.

Esto no quiere decir que debes deshacerte de todo tu make up mate o no usarlo nunca más, sino utilizarlo de manera estratégica, aplicándolo en aquellas zonas que por tu complexión suelen ser más oleosas o donde quieras sellar tu corrector. Dejando que tu brillo natural ilumine tu rostro.

No desmaquillarte antes de ir a dormir

La piel necesita respirar y descansar, e irte a dormir sin la cara lavada es lo peor que puedes hacerle. No solo porque evitas que tu piel se recupere como corresponde, sino también porque dormir con maquillaje genera la formación de líneas de expresión y sequedad. Sin mencionar que pasas horas dónde la contaminación y suciedad que quedó en tu rostro durante el día genere granitos indeseados.