A pesar del distanciamiento entre William y Harry, la ceremonia en honor a Lady Di ha mostrado a dos hermanos cercanos y felices. Ambos fueron los encargados de descubrir la estatua en el que habría sido el cumpleaños 60 de su madre en una ceremonia muy íntima.
Fuentes de Palacio confirmaron que el príncipe Harry llegó a Kensington 15 minutos antes del evento. Además, confirmaron que la familia quiso mantener el homenaje en privado, por lo que solo asistió la familia Spencer por parte de la princesa y algunos cercanos. En cuanto a la prensa, no hubo una extensión multitudinaria, sino más bien un par de medios que transmitieron la ceremonia en vivo.
A las tres de la tarde en Reino Unido aparecieron William y Harry por los jardines de Kensington, donde los esperaban sus tíos, los tres hermanos de Diana: el conde Charles Spencer, Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes. En total fueron poco más de 10 invitados.
Familia completa por parte de Diana Spencer, pero la ausencia casi total por el lado de los Windsor. Sin embargo, esto ya se había confirmado. Y así como la reina Isabel II, el príncipe Carlos y Kate Middleton dieron un paso al costado para no quitar la atención de los hermanos, Meghan tampoco viajó. Algo que, según fuentes oficiales, fue una decisión desde el principio. No estaba en los planes que asistieran las esposas de William y Harry, ya que las restricciones sanitarias exigían un público reducido.
Ahora bien, las ausencias han sido opacadas por las sonrisas entre los hermanos. ¿Aires de reconciliación o aparente amabilidad por la presencia de las cámaras? Quizás también el resultados de las “ausencias” premeditadas de los Windsor. Más allá de la razón detrás de la cordialidad entre ellos, es un ambiente que le hubiese gustado ver a Lady Di.
Una unidad que también se vio en su declaración, ya que semanas atrás se adelantaba que darían discursos por separado. Más no fue así, y lo hicieron en conjunto.
“Hoy, en lo que habría sido el cumpleaños número 60 de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor. Todos los días, deseamos que ella todavía esté con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado. Gracias a Ian Rank-Broadley, Pip Morrison y sus equipos por su excelente trabajo, a los amigos y donantes que ayudaron a que esto sucediera, ya todos aquellos en todo el mundo que mantienen viva la memoria de nuestra madre“.
Juntos quitaron la lona que durante estos días ha cubierto la estatua de su madre. Y así desvelaban el secreto mejor guardado de los últimos años: el monumento en memoria de la Princesa de Gales que desde este jueves corona el Sunken Garden del Palacio de Kensington. Según informaron los medios británicos, en ella se ha querido reflejar el amor de Diana por los demás. De ahí que aparezca de pie y rodeada de niños de tres niños. En la base, hay una placa con un fragmento del poema ‘La medida de un hombre’.
“Estas son las unidades para medir el valor de esta mujer como una mujer independientemente de su nacimiento. ¿No cuál era su posición? ¿Pero tenía corazón? ¿Cómo interpretó el papel que le había dado Dios?”.
La ha sido recibida con un gran aplauso y las caras de William y Harry hablan por sí solas. Y es que luego de varios años han logrado dar a su madre el homenaje que querían.
Luego de la ceremonia, los príncipes recorrieron los jardines, los que fueron resideñados para esta ocasión. Un lugar donde no faltan los nomeolvides, la flor favorita de la princesa Diana. Un paseo en el que se vieron como si aquí no hubiese pasado nada en los últimos 18 meses. ¿Será?
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