La Organización Mundial de Salud afirma que la grasa abdominal es una cuestión de salud y es indicador de enfermedad cardiovascular. Incluso aseguran que es más fiable que el índice de masa corporal o el IMC. De ahí la importancia que le dan a la hora de incluir el deporte en la rutina diaria, así como también los llevar una alimentación saludable. Entonces, ¿qué es lo que recomiendan los expertos?

Tener una vida activa es prácticamente la regla número uno, y así como dicen que “los abdominales se hacen en la cocina”, el tipo de entrenamiento que realizamos también es importante. Ya que hay algunos más efectivos que otros.

Según una publicación realizada por la Escuela de Salud Pública de Harvard, no basta con solo sudar para perder peso, o en este caso, quemar grasa abdominal. Y en este caso el entrenamiento de fuerza con pesas es la mejor opción. Así lo han confirmado varios estudios.

El estudio de Harvard confirmó que rutinas diarias de 20 minutos de entrenamiento de fuerza ayudan a evitar el aumento de grasa abdominal con el paso de los años. Esto, en comparación con la práctica de rutinas aeróbicas, y así lo demuestra la investigación publicada en la revista Medicine and Sciencie in Sports and Exercise. Esta confirmó que las mujeres en periodo de post-menopausia que realizaron de forma constante un entrenamiento de resistencia tenían menos grasa abdominal en comparación con aquellas que no lo hicieron. Y la explicación científica es que el entrenamiento con pesas mantiene el metabolismo basal alto, lo que hace que se quemen más grasas y de forma más eficiente.

Sin embargo, destacan que no se debe confundir y esto no significa que el cardio no sirva. Es decir, se deben complementar. Y en muchos casos las personas notan una mayor pérdida de grasa abdominal cuando incluyen entrenamiento de fuerza como el peso muerto, sentadillas con peso, etc. Por lo mismo, sugieren no eliminar ninguno, pero sí aumentar el tiempo que le entregamos a la resistencia y las pesas.