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Para todos fue sorpresa en 2002, la muerte de la actriz chilena Carolina Fadic, que con tan sólo 28 años perdió la vida, luego de sufrir un infarto cerebral que la mantuvo internada 17 días en cuidados intensivos.
Gracias a su talento y carisma, a los 21 años, y sin haberse titulado como actriz, logró ser la protagonista de su primera teleserie, Rompecorazón, a cargo del director Vicente Sabatini. Y de ahí en adelante, cosechó sólo éxitos en su carrera.
Luego de producciones como Estúpido Cupido, Oro Verde y Algo está cambiando, a sus 23 años, ya tenía las cosas claras y su vida “resuelta”. Vivía con su pareja 20 años mayor, Gabriel del Carril, a quien conoció cuando tenía 17 años. Con él tuvo a su único hijo, Pedro, de hoy 24 años.
En una entrevista a revista Paula, que brindó en 1997, Fadic expuso varios temas que dividen a la sociedad chilena hasta el día de hoy.
Pese a que se educó en un colegio católico, en dicha oportunidad comentó que “Ver una monja en la calle me descompone el día. Me cuesta mucho creerle el cuento a la Iglesia Católica… Están entorpeciendo el progreso, la vida humana”.
“Por ejemplo, es tan absurdo lo de la ley de divorcio. En este país todavía se vive una especie de Inquisición”, expresó la artista en ese entonces, cuando se vivía un álgido debate por la ley que buscaba regular el divorcio, la cual finalmente se aprobó, siendo Chile uno de los últimos países en permitir la disolución de los matrimonios civiles.
Por otra parte, se refirió a la homosexualidad, comentando que apoyaba “ciento por ciento” a quienes tenían como preferencia dicha orientación sexual: “Ellos están en una situación de vida tan difícil y no es lógico hacérselas más difícil. Hacer leyes que no les permitan vivir juntos… ¡Es el colmo! Yo tengo amigos hombres que tienen relaciones hace cinco años, que se aman, y es lo más lindo que he visto”.
Sobre las drogas, una de las temáticas que más preocupaban a Chile en esa época (Y sigue preocupando), por estar dentro de los 10 países que más consumo tenía, Fadic comentó que las campañas para erradicarlas, estaban mal enfocadas: “Se le da tanta importancia a la marihuana y resulta que uno se fuma un pito, se ríe un rato, no le hace daño a nadie, mayores cambios mentales ni traumas psicológicos no produce, pero ¿Qué pasa con el alcohol?, que es la droga más común… La cocaína, la pasta base, el alcohol, esas son drogas fuertes. Y hay mucho dinero de por medio. Es asqueroso ver a la gente jalando. Es una droga que te cierra, que te aleja de la gente”, enfatizó aquella vez.
Carola Fadic contó que no era una persona que le temiera a la muerte, sino que la veía como “algo que tiene que pasar”. Pero lo que en verdad le aterraba, eran las condiciones de salud en que pudiese estar al momento de envejecer.
Aunque como si de un presagio se tratara, la actriz ya pensaba que no estaría viva en esa etapa de su vida: “Pienso que no llegaré a eso, me voy a morir antes”, comentó.
Viviana Rodríguez, amiga y compañera de escena, contó en una oportunidad que “Lo de la Carola duele, hasta el día de hoy me duele. Hay dolores que no terminan”. Señalando que se encontraba en EE.UU. cuando la actriz cayó enferma: “Yo quería volver. Estaba muy angustiada… Para mí fue de esos dolores que uno dice ‘cómo se suelta un hermano’. ¿Dónde está en el alma la posibilidad de soltar un hermano? Creo que uno no lo suelta nunca”, expresó.
Giancarlo Petaccia, animador de Primer Plano, último proyecto televisivo en el que Fadic fue parte, sobre el fallecimiento repentino de la artista, comentó que: “Fue durísimo. La Carola para la gente que la conoció, era una loca linda. Te enamorabas de ella rápidamente porque era una mujer muy intensa y que vivía con todo la vida. Yo le tenía un cariño especial”, lamentando que “Se fue una persona tan linda, tan talentosa, llena de vida”.
