Hay famosos dueños de grandes mansiones, edificios completos e incluso castillos, pero luego está Johnny Depp. A él no le bastó con todo eso y se compró su propio pueblo en la Provenza francesa. Y dos décadas después ha decidido vender el lugar donde pasó temporadas completas junto a quien fue su pareja por 14 años, Vanessa Paradis, y sus dos hijos en común, Lily-Rose y Jack.
La aldea del actor de Piratas del Caribe incluye 12 edificios, dos piscinas, un gimnasio y una iglesia, un restaurante, una pista de patinaje, un estudio de arte y una bodega. Y la vende por 33 millones de euros.
Lejos de estar en mal estado, el actor invirtió millones de dólares en su restauración, así como también en la conservación de estructuras de piedra y madera originales del lugar.
El pueblo está ubicado a 27 kilómetros de Saint-Tropez, entre Marsella y Mónaco, a un paso del Mediterráneo. Y, a simple vista, cumple con todos los requisitos de un pueblo de cuento francés. Fue fundado en el siglo XIX, y Depp lo compró en 2001. Y, según la revista francesa Closer, cubre unas 17 hectáreas.
Además, detallan que entre los edificios, hay una casa principal en la que se aloja Depp, pero también hay otras seis para invitados. Una de ellas era la antigua iglesia parroquial, y todas están agrupadas en torno a la plaza del pueblo.
Entre las otras comodidades, se encuentra un bar y restaurante privado de Chez Marceline, el gimnasio completamente equipado, un estudio de arte, un parque para patinar, una bodega para vinos y dos piscinas. También hay viñedos, antiguos olivos y robles de hasta 300 años de antigüedad.
Johny Depp ama Francia y así lo ha confesado en reiteradas ocasiones. Y sobre el pueblo, solía decir: “¿Sabes lo que hago ahí? ¡Absolutamente nada! A veces no salgo de la propiedad durante tres meses. Cuando me despierto, me voy al jardín, veo si las verduras han crecido bien, si algunas flores comienzan a florecer (…) Nunca suena el teléfono. Los niños son el único tema de conversación, todo gira en torno a ellos. ¿Los vamos a sacar a pasear? ¿Comemos con ellos en casa o vamos de picnic? Estos son los problemas que se nos plantean”. Además, compartía su pasión por el vino. “Pero lo guardaré para mí antes de atreverme a venderlo”, confesó alguna vez.
Además de la aldea francesa, el actor también ha comprado una colección de lofts en Los Ángeles, una isla privada en las Bahamas y una granja de caballos en Kentucky.