La joven de 29 años se refirió al 18 de octubre, su participación, la política y la responsabilidad social. «Me parecen ridículas esas críticas de por qué iba, si yo soy una persona que nació con privilegios«. No justifica la violencia, pero entiende la rabia que impulsó al movimiento social. «Hemos criado esa rabia… Hay un dicho que me gusta mucho y es que una cadena sólo es tan fuerte como su eslabón más débil«, afirma al respecto.
Tras el estallido llegó la pandemia, y con ella, la cuarentena. La hija de Raquel Argandoña se encerró en su departamento y desde ahí vivió la cuarentena. Cocinó, mantuvo TikTok muy actualizado, pasó el tiempo con Nancy, cuidó a Martina su perra, trabajó en su tesis sobre Violencia Intrafamiliar y llevó a cabo su proyecto Redes en Caja. Este último, no exento de dificultades.
El pasado 11 de agosto Kel sufre un nuevo estallido, pero esta vez, a nivel familiar. A través de un mensaje de WhatsApp le informaban que su papá estaba herido en la clínica. Lo llamó, y supo que su hermano lo había atacado. «Ahí empezó una seguidilla de situaciones infinitas que se filtraron; súper fuertes y dolorosas«, detalla en la entrevista.
Sin pensarlo, se sumó al equipo legal que representó a su padre, pero la defensa contraatacó con una demanda supuestamente promovida por Argandoña. Su padre se desistió, su hermano deambula por centros de internación carcelaria y de salud mental, y Kel ya no es parte del equipo legal de Hernán Calderón.
«Nunca pensé que mi mamá, por proteger a mi hermano, iba a ser capaz de hacerme tanto daño a mí«, confiesa. Y confirma que siente haber actuado de la forma correcta, pero que a sus padres quizás no les pareció. Meses difíciles para la familia y para ella, pero los cuales ha sabido sortear, y asegura, «he tenido la suerte de elegir muy bien a mis amigos. Ellos me blindaron mucho«.
Queda poco para fin de año y, con él, llegan las fiestas, época que no será fácil para Kel y lo sabe. Además, se acerca el cumpleaños de su madre.
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Por Claudia Guzmán