Lo dijo la Pamela Jiles en un programa de TV: “Izkia Siches muy probablemente será candidata presidencial a la primaria (del 2021)”.
Porque la presidenta del Colegio Médico, la antagonista natural de Jaime Mañalich en medio de la crisis sanitaria más letal de los últimos 100 años, está en la mira de sectores de la oposición con miras al 2021.
En el Frente Amplio hay consenso en la imagen de Beatriz Sánchez —su otrora carta presidencial— se encuentra desgastada, y un liderazgo difuminado en estos tiempos de pandemia.
En el PC la ex militante de las Juventudes Comunistas también genera simpatía, y surge como la carta para salir al paso de las pretensiones del alcalde Daniel Jadue, personaje resistido por algunos dentro del partido.
Médico cirujana internista de la Universidad de Chile, jugó un activo rol como presidenta de la Federación de Estudiantes de esa facultad, lo que da cuenta de su lado más político.
Un liderazgo que comenzó a perfilarse desde comienzos de marzo —con el desembarco de los primeros casos de Covid-19— al levantarse como una dura crítica al gobierno por el manejo de la crisis. Entonces las cámaras mostraron cuando la presidenta del Colegio Médico fue a La Moneda a hablar con Sebastián Piñera, se sentó en una misma mesa a los timoneles de los distintos partidos políticos, se reunió con dirigentes de los profesores, habló con parlamentarios. Todo en su cruzada para optimizar la batalla contra la crisis desatada por el coronavirus.
Al gobierno no le quedó otra que sumarla a la llamada Mesa Social de La Moneda, que reúne a autoridades, especialistas médicos, científicos, entre otros. Si no puedes contra ella, súmala, habrán pensado. Pero Siches no tardó en calificar a esa instancia —que todavía integra— como “cosmética” ante la opacidad del gobierno en cuanto a la entrega de cifras y sus decisiones para dictar cuarentenas, o llamar a una “nueva normalidad”. “Nos enteramos por la prensa”, dijo.
De acuerdo a la reciente encuesta de Activa Research, que mide el desempeño de autoridades de gobierno y gremiales en la crisis por el coronavirus, Izkia es la figura mejor evaluada (49,6%). Sólo en el quinto puesto aparece Jaime Mañalich (18,5%) y Sebastián Piñera asoma recién en el octavo lugar (16,7%).
No nos olvidemos que los doctores suelen ser valorados por la ciudadanía. Si no, pregúntenle a Michelle Bachelet quien llegó a La Moneda siendo médico pediatra y, como ella misma lo declaró: un delantal blanco es un imán de votos.
Hoy, cuando la discusión se centra cada vez más en la coordinación y la transparencia en el manejo de los datos, la titular del Colegio Médico se anotó en estos días un KO al ministro Mañalich al llamar la atención respecto al cambio de criterio por parte del Minsal en sus balances diarios, desagregando los casos positivos de los asintomáticos (520 y 250, respectivamente). “Hoy tenemos 770 nuevos contagiados. Los asintomáticos, si bien se desconoce cuán infectantes son, se deben aislar al igual que aquellos que presentan síntomas. Es necesario aclarar esta información para evitar confusiones”.
El ministro Mañalich tuvo que ofrecer disculpas.
Desde el gobierno se defienden y apuntan a que la presidenta del Colegio Médico se mueve con agenda propia al cuestionar el trabajo del gobierno y desestabilizar el rol de Mañalich, incluso desde dentro de la propia Mesa Social de la cual forma parte.
¿Veremos a Izkia Siches en la carrera hacia La Moneda?
Todo dependerá de la mesura y la transparencia con que ejerza su rol de liderazgo. Los ánimos están en extremo sensibles, los ojos demasiado atentos a cualquier traspié, la opinión pública como nunca en estado crítico para aceptar que hoy se juegue con lo más importante: la salud, la vida y la muerte de las personas con fines personales o políticos.
La presidenta del Colegio Médico tiene en sus manos hoy un rol fundamental y probablemente una invaluable oportunidad, pero en la delgada línea de los que caen o sobreviven en estos tiempos pandémicos hay un valor se alza más que nunca como crucial: la honestidad. Esta es la prueba de blancura.
