Tras un largo cáncer, ayer murió, en Estocolmo, Marie Fredriksson (61), vocalista del dúo sueco Roxette que fue un emblema de los 80 y 90. La enfermedad le afectaba desde el año 2002 cuando se le descubrió un tumor cerebral.

Por lo demás, hace unos meses, Marie –casada con el también cantante Mikael Bolyos, con quien tenía dos hijos– recién había publicado su autobiografía (“Listen to my heart”), donde contaba el lado más difícil de la fama y parte de su infancia, en la que vivió uno de sus episodios más tristes, la muerte de su hermana Anna-Lisa (20) en un accidente de tráfico. En ese entonces, Marie tenía siete años y, según ella, desde ese momento comenzó a forjar su espíritu de lucha, “de no rendirse nunca”, como se menciona en el libro.

Canciones como Joyride, It must have been love, Dangerous, I’m go get dressed for success o How do you do son parte de la huella pop-rock que dejó junto al músico Per Gessle, su compañero en Roxette, con quien vendió más de 75 millones de discos en el mundo y llegó al número 1 del ranking Billboard.

Respecto a su muerte, Per Gessle escribió en su cuenta de Twitter: “El tiempo pasa tan rápido. No hace tanto tiempo que pasamos días + noches en mi pequeño departamento compartiendo sueños imposibles. ¡Y qué sueño llegamos a compartir! Me siento honrado de haber conocido tu talento + generosidad. Todo mi amor va para ti + tu familia. Las cosas jamás serán las mismas”.

It must have been love, fue parte del soundtrack de Pretty Woman.

El single Joyride es del álbum homónimo de 1991.