El irlandés (The irishman), de Martin Scorsese, no solo es otra gran candidata a los premios Oscar 2020 (junto con Joker), sino que por su larga duración –tres horas y media– muchos ya están recomendando cuál es la mejor forma de ver y disfrutarla al máximo, sobre todo si entre sus protagonistas tiene a Robert DeNiro, Joe Pesci, Harvey Keitel y Al Pacino, cuatro grandes del cine e iconos de películas sobre el mundo de la mafia ítalo americana.

Por ejemplo, el periodista sueco Alexander Dunerfors Kardelo ha sido un suceso tras publicar en su cuenta de Instagram (@dunerfors) una guía para ver El irlandés en cuatro episodios –con los minutos exactos y como si fuera una miniserie–, mientras que el mismísimo Scorsese ha recomendado no verla en un smartphone (y menos en un smartwatch, aunque varios ya lo han hecho), sino que en la pantalla más grande posible. “Sugeriría”, dijo el también director de Toro Salvaje, Godfellas, Casino en el programa Popcorn, “que si alguna vez quieres ver una de mis películas, por favor, no las mires por teléfono, por favor. Un iPad, un gran iPad, tal vez “.

Cabe destacar que, El irlandés –estrenada el jueves 27 de noviembre en Netflix– se basa en el libro I heard you paint houses (Te escuché pintar casas), de Charles Brandt, que cuenta la historia de Frank Sheeran (Robert DeNiro), un camionero y sicario estadounidense de origen irlandés que según él –solo su testimonio lo avala– habría asesinado al histórico y cuestionado líder sindical estadounidense Jimmy Hoffa (Al Pacino), que desapareció sin dejar rastro en 1975.

A través de este relato –y usando toda una técnica de rejuvenecimiento digital de los actores–, en El irlandés se hace un recorrido por los efectos de la Segunda Guerra Mundial, los tiempos de John F. Kennedy (con su respectivo asesinato), el peso de la Mafia (Joe Pesci interpreta a Russell Bufalino, el jefe de la mafia del noreste de Pensilvania entre 1959 y 1989), la relación con Cuba, el trabajo de Bobby Kennedy como fiscal, Nixon y el caso Watergate, entre otros. Una película imperdible que hay que ver de corrido o por partes, pero, como dice Scorsese, que sea en la pantalla más grande que se tenga a mano.