En su casa junto a su marido y dos niños, Julia pasa la cuarentena lo “más feliz” posible. Unos minutos tarde y con pisco sour en mano la periodista reflexionó junto a Jordi Castell sobre este encierro sorpresivo y sobre el cual ya perdimos cuenta.

La conductora de televisión confesó que es su marido quien le aporta el lado zen, ya que ella tiene su “Olguita Marina” por dentro. Sin embargo, logró relajarse con el tema del teletrabajo y el colegio de los niños. “Yo creo que yo le dibujé cosas a la Julia para el colegio al principio”, confesó.

A su vez comentó que este tiempo le ha servido para asimilar ciertas cosas como el hecho de la casa propia. “Tanto que luchamos por tener la casa propia, de tenerla bonita, te sacas la mierda trabajando para tenerla bonita y dónde quieres estar, no en tu casa, quieres  salir”, comentó.

Julia Vial espera que aprendamos algo de esto y asegura que “Nada va a volver a ser igual, lo importante es que sea mejor”.

En estos días está preparando un proyecto junto a su hermano “Emporio los Vial”, de frutos secos. “Los frutos secos me pagaron la Universidad”, comentó explicando que es un rubro familiar, y que en estos tiempos hay que reinventarse.

Habló de sus niños, de los momentos difíciles que vivió con Julia cuando nació, el hijo que perdieron y la llegada de Polo, su segundo hijo.

Se refirió al Síndrome de Down, la sinceridad con la que hay que hablarlo y que es una condición y no una enfermedad. “Hoy si se sabe que la estimulación temprana es fundamental”, afirmó. Además comentó que a las terapias a nivel particular es difícil y costoso, pero que de igual forma es increíble.

Revisa el capítulo completo.