Revista Velvet | Joe Biden y Donald Trump: IN/OUT
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Joe Biden y Donald Trump: IN/OUT

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Joe Biden y Donald Trump: IN/OUT

POR Francisca Olivares | 03 diciembre 2020

La vigésima enmienda de la Constitución de Estados Unidos dice que “los períodos del presidente y vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero”. Y, siguiendo esta norma, el republicano Donald Trump (74) debiera traspasar el poder al demócrata Joe Biden (78) en poco menos de dos meses.

Un acto que históricamente se ha caracterizado por sus diversas tradiciones y expectativas. Sin embargo, en este caso, tiene una gran cuota de incertidumbre, sobre todo porque, al cierre de esta edición –con 290 votos electorales para Joe Biden y 214 para Trump–, el actual mandatario de Estados Unidos no hacía más que negarse a la derrota y, al mejor estilo 2.0 de la escena Fraude en las urnas del Ciudadano Kane –el clásico de Orson Welles de 1941–, generar todo tipo de confusiones mediáticas; evidenciando que no quiere ser despedido de la Casa Blanca.

Así, en esta historia, Donald Trump sería el número 11 de los presidentes de Estados Unidos en no ser reelecto. Sus antecesores: John Adams (1797-1801), John Quincy Adams (1825-1829), Martin van Buren (1837-1841), Grover Cleveland (1885-1889), Benjamin Harrison (1889-1893), William Howard Taft (1909-1913), Herbert Hoover (1929-1933), Gerald Ford (nombrado tras las dimisión de Nixon, 1974-1976), Jimmy Carter (1977-1981) y George Bush padre (1989-1993).

“Gané esta elección, por mucho”, tuiteó Trump el sábado 7 de noviembre –cuatro días después de los comicios–, mientras el mapa electoral se iba tornando cada vez más azul demócrata y la tensión se pasaba a Estados como Georgia y Pennsylvania. Biden, con la frase Keep the Faith! en Twitter (mantener la fe), posteaba comentarios como: “es hora de dejar de lado la dura retórica. Bajar la temperatura. Para volver a vernos. Escucharnos de nuevo”.

Cuando los medios de comunicación tenían bastante claridad en los resultados –algo que a Donald Trump le enfureció–, Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama, hizo un llamado a la curación, a restaurar y sanar. “La Biblia nos dice que todo tiene un tiempo: un tiempo para construir, un tiempo para cosechar, un tiempo para sembrar. Y un tiempo para sanar. Este es el momento de sanar en Estados Unidos”, expresó, dando una señal importante para una nación que claramente se divide en dos y que, en sus relaciones internacionales, ha visto como se ha elevado aún más el muro con México, ha hecho caso omiso al cambio climático e inició la Guerra Comercial con China, en marzo de 2018.

Las felicitaciones para Biden, de parte de diversos líderes del mundo, no tardaron en llegar. El presidente Sebastián Piñera fue uno de ellos, así como Jacinda Ardern (Nueva Zelandia) y Emmanuel Macron (Francia). La canciller alemana Angela Merkel, en tanto, no solo lo felicitó, sino que también le habría expresado, en un llamado por teléfono, el deseo de una cooperación futura cercana y de confianza. “La canciller y el presidente electo coincidieron en que la cooperación transatlántica es de gran importancia ante la multitud de desafíos globales”, comentó Steffen Seibert, vocero del gobierno alemán.

Jair Bolsonaro (Brasil), Vladimir Putin (Rusia) y Xi Jinping (China) optaron por esperar los resultados de las investigaciones por las denuncias de fraude y el equipo de Biden comenzó a considerar las correspondientes acciones legales por la demora en reconocer el triunfo por parte por la Administración General de Servicios, gerenciada por Emily W. Murphy, del Partido Republicano.

Pese a ello, en modo Covid-19 –o sea con mascarillas–, el sábado 7 de noviembre, la revista Time publicó una portada conmemorativa del presidente electo Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris, bajo el título “A time to heal” (Un tiempo para sanar). Se espera que esta dupla marque una nueva era. Pese a no ser los mejores amigos, desde un comienzo han logrado el fiato necesario para asumir su desafío político en la Casa Blanca. Algo que no es fácil, ya que como también lo ha señalado este mismo medio, la “realidad americana” es que, de gobernar Biden y Harris, lo harán en un país donde los republicanos controlan el Senado y la Corte Suprema. La Cámara de Representantes estaría liderada por los demócratas hasta el momento.

EL GRAN FACTOR KAMALA

“Espero que toda niña que está viendo la televisión esta noche vea que este es un país de posibilidades”, fue la frase de Kamala Harris (California, 1954) que dio la vuelta al mundo tras resultar vicepresidenta electa y con la emoción de ser la primera mujer en ese cargo en Estados Unidos. Sus antecesores han sido Mike Pence, el mismo Joe Biden, Dick Cheney, Al Gore y Dan Quayle, por mencionar algunos. Todos hombres y blancos.

Su caso, por lo demás, no solo es importante por ser mujer, sino también porque Kamala es hija de inmigrantes; su padre, el profesor de Stanford Donald Harris, es de origen jamaiquino y su madre, la investigadora Shymala Gopalan, nació en India.

Una historia que a todas luces hace abrir los ojos de mujeres, afromericanos, latinos y un Estados Unidos forjado desde sus inicios por la inmigración. Porque está claro que ante cualquier cosa que le ocurra a Joe Biden (con 78 años recién cumplidos), Harris está para ser la primera en reemplazarlo. Al mismo tiempo,- que ella es una gran carta presidencial para la elección de 2024 y podría convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, con todo el apoyo de Biden como ya se puede apreciar.

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